jueves, 18 de mayo de 2023

Segundo Valor: VALOR CROMÁTICO (Introducción)

       

        Bien, llegamos al que probablemente sea el más importante entre los valores objetivos. Ese maravilloso mundo del color. ¿Qué sería de nuestra vida sin colores?.

        A quien no le pasó, cuando comenzó en este maravilloso mundo de la pintura, que fue a la tienda de materiales de arte, a comprar sus primeros tubos de óleo, pero se encontró con un montón de colores distintos, todos apilados en un mostrador, como dulces. Todas las gamas de azules, de rojos, de amarillos, verdes, violetas, naranjos. Como 200 colores distintos en una carta, y uno allí sin tener idea de cuales comprar...

Son como dulces, uno quisiera tenerlos todos, pero no siempre se puede...





        Después de googlear un poco te decides a comprar los 3 primarios (un azul, un rojo, un amarillo), o alguna paleta sugerida. Pero en la carta hay como 20 variedades distintas de cada color. O bien fuiste a alguna academia, y el profesor te dio una lista de colores para usar en su curso. Sin embargo, te das cuenta que los distintos talleres te recomiendan distintas listas de colores, y por cada color recomendado hay distintas versiones en la tienda de materiales de arte, con distintos precios, algunos transparentes y otros opacos, o con nombres complicados, etc... Por ende, al final de cuentas, la pregunta persiste; ¿Qué colores debo comprar, y por qué?. Ciertamente no es una pregunta fácil de responder, o que tenga una única respuesta, pero en esta entrada trataré de dar algún contenido que te ayude a tomar esa decisión (en caso de que la tengas). 
       

        El gran Vincent van Gogh, que dicho sea de paso, es mi pintor favorito de toda la vida (lo que es mucho decir, pues me he pasado casi la vida entera viendo pinturas), afirmaba que el pintor del futuro ya no se valdría ni de las formas, ni de los estilos, para expresarse, sino que su principal herramienta sería el color.

        Y yo creo que Vincent estaba en lo cierto, hoy en día ya se ha explorado todo, o casi todo, en lo que se refiere a "estilos" pictóricos. Desde los distintos "ismos" de los siglos XIX y XX, hasta el reciente "renacimiento" de la pintura más tradicional. Sin embargo, algo que distingue a nuestra época de todas las demás, es que hoy en día, gracias a la industria química, contamos con una gama y variedad de pigmentos, con los que pintores de otras épocas no hubiesen soñado siquiera. Y no sólo por la amplia gama de colores, sino por las propiedades de los mismos. 


      En la época de van Gogh, la revolución industrial ya había dotado a los pintores con pigmentos novedosos que ampliaron mucho las posibilidades de la pintura. Los amarillos de cadmio, los verdes cobalto, el azul ultramar sintético, sólo por nombrar algunos, nacieron en su época. Sin embargo la variedad disponible hoy en día es abrumadora comparada con los días de van Gogh.

        Y si hay algo que es propio de la pintura tradicional como técnica, es que ofrece un acercamiento a la realidad, una forma de entenderla y expresarla, muy distinta a la que ofrecen los medios digitales, por ejemplo. El color en una pintura no es igual al color que aprecias en la pantalla tu smartphone, o en una impresión, o cualquier otro medio. 

         Por eso la idea de van Gogh, de que el fuerte, el "caballito de batalla" del pintor del futuro, sería el color, me parece que tiene todo el sentido del mundo. A día de hoy aún no hay pintores que hayan explorado por completo todas las posibilidades que ofrecen los pigmentos que la industria química del siglo XX y XXI nos regaló (los amarillos hansa, rojos quinacridona, azules y verdes phthalo, etc).



        El cuadro de arriba fue pintado por el pintor Scott Gellatly (oriundo de Portland, Oregon), el año 2016. Esos naranjas que ven en las nubes, se lograron con pigmentos rojo napthol y quinacridona. Pigmentos modernos, propios del siglo XXI, por lo que pintar un cuadro como este, con esos colores, hubiese sido imposible en cualquier época pasada.

        Por esto pienso que van Gogh tenía razón, y eso que el dominio que Vincent tenía del color ya era absolutamente exquisito. Imagínense lo que pudo haber hecho con los pigmentos con los que nosotros disponemos hoy en día. 

        Debo decir que yo en lo personal tengo un cariño especial por los pigmentos modernos. Debe ser porque cuando estudiaba bioquímica, sinteticé y purifiqué un montón de estos pigmentos en los laboratorios de química orgánica de mi universidad, especialmente amarillos di-azo y azules phthalo. 

        Pero bueno, no nos desviemos y vamos al tema de la entrada; el color en un cuadro puede tener dos fines distintos, dos aristas, dos dimensiones, dos objetivos.

        El primero, en el que no ahondaremos en esta entrada por ser algo mas propio de los Valores Subjetivos, pero de lo que si escribiré un poco, tiene que ver con la capacidad de los colores para transmitir emociones, estados de animo, en fin, con la capacidad psicológica y subjetiva de los colores para comunicar.

        La segunda tiene que ver con el como se emplean los colores para representar al mundo natural. De esto es lo que se trata propiamente como tal el Valor Cromático, y no es casualidad que sea uno de los valores objetivos. Esto pues la luz, los pigmentos, y la percepción humana del color, no es al azar, en lo absoluto, sino que sigue cierta lógica.

        Esto puede parecer extraño, pero no lo es. De hecho pasa exactamente lo mismo con la música. En la música se trabaja con sonidos, que son ondas, con su tono, frecuencia, amplitud, etc. Pero no todas estas ondas armonizan entre si, por eso existen las notas y escalas musicales (como la pentatónica, o la cromática). El uso de ellas es lo que diferencia a la música del ruido.

        Bien, pues los colores, al igual que los sonidos, también son ondas, de otro tipo, pero ondas al fin y al cabo, que también tienen su frecuencia, amplitud, etc. Y al igual que los sonidos, no todos los colores armonizan bien entre sí. Establecen relaciones. Al igual que un musico al componer, elige ciertas notas para formar una escala, un pintor también elegirá los pigmentos para el cuadro siguiendo cierta lógica, sobre todo si su intención es representar al mundo natural.

Sobre la capacidad comunicativa del color:

        En todas las culturas, de toda la historia humana, los colores se han usado para simbolizar ciertas emociones. Por ejemplo, en la cultura China existe una fuerte asociación entre el color rojo y la "buena fortuna".  No es casualidad que en los festivales de dicho país siempre predomina el rojo en las vestimentas y decoraciones. Acá en occidente se asocia con la pasión, la euforia, y emociones similares. De hecho este hecho es tan curioso que alguna vez leí que los vehículos de color rojo tenían una incidencia en accidentes de tráfico mucho mayor que el promedio (pueden googlearlo).

        De formas similares el amarillo suele asociarse a la alegría, la vitalidad, etc, y los violetas con todo aquello que es místico y espiritual. Algunos tipos de verdes, con la serenidad y el sosiego, etc. Sin embargo, creo que el caso más notable, y que sirve bien para ejemplificar este punto, es el azul. El azul suele estar muy ligado a la melancolía y la tristeza, y hay ejemplos notables en la historia del arte. Claro, lo mismo pasa con todos los demás colores y sus emociones asociadas, pero con el azul es más notorio.


"El viejo guitarrista ciego" Picasso, 1903.
Esta es mi obra favorita de Picasso,
Uno al verla se da cuenta de inmediato de
por qué Picasso fue un genio. 
        Por ejemplo, el periodo azul de Picasso. Yo en lo personal no soy fan de Picasso, no me gusta ni como persona, ni como intelectual, ni como pintor. No obstante, sería un tonto si no reconociera que Picasso efectivamente fue uno de los grandes genios de la pintura. Tiene méritos de sobra para ocupar la posición que tiene en la historia del arte, y no porque a mi no me guste, no voy a reconocer su genialidad. Es triste reconocerlo, pero Picasso probablemente tenía mucho más talento para pintar que el que yo jamás tendré...
        Pero curiosamente, Picasso tiene pinturas que si me gustan. Las del periodo azul en concreto, que pintó cuando tenía 21 años, cuando vivía penurias y aún no era rico ni famoso, sólo un pobre joven tratando de sobrevivir en un mundo hostil. La carga emotiva de esas pinturas, hechas sin más pretensión que la de retratar los duros momentos que vivía, es impresionante. Y se vale precisamente de esa asociación psicológica entre el color azul y la melancolía para lograr tal efecto. De hecho se llama "periodo azul", porque literalmente el azul es el protagonista de todas estas obras, y todas con un velo de melancolía y tristeza, que si que me transmite y dice mucho.

        Pero esta asociación entre el color azul con la tristeza y la melancolía, es muy antigua y muy poderosa. Trasciende el campo de la pintura. Tanto así que le da su nombre a todo un género musical. Es el caso del Blues, que en inglés significa literalmente "Azul". Esto se debe a que este género, sobre todo en sus comienzos, plasmaba en sus letras temas como las penas de amor o la melancolía en general, pero muchas veces en código, para referirse a la dureza de la vida en las comunidades afroamericanas del sur de los Estados Unidos en el siglo XIX y comienzos del siglo XX, de dónde es originario.

Sobre el Valor Cromático y las distintas "Teorías del Color" 

    En general existe un gran numero de "teorías del color", y escuelas que enseñan a los estudiantes de Bellas Artes sobre este maravilloso mundo del color, desde distintas perspectivas, desde la fotografía, el diseño gráfico, la ilustración, etc. En general, en las facultades de arte, se enseña una perspectiva sobre el color muy influenciada por la Bauhaus, y por profesores como Josef Albers.

    Sin embargo, en esta entrada quiero otorgar a mis lectores una aproximación radicalmente distinta. Por eso lo que quiero presentar en esta entrada es una aproximación al fenómeno del color, desde la perspectiva de un pintor, para pintores. No desde la perspectiva de un diseñador gráfico, o de un fotógrafo. Por ello son fundamentalmente 2 los referentes que utilizaré en estas entradas referidas al color. 

    El primero es el capitulo sobre el color escrito por el gran Tad Spurgeon, en su libro (ahora disponible de forma gratuita); "Living Craft" (que se podría traducir a algo así como "Oficio Viviente"). Tad Spurgeon debe ser una de las personas que más tiempo, pasión, y ganas, ha echado a la tarea de tratar de develar los secretos pictóricos de los viejos maestros. Su libro, además de ser un recetario magistral para todo tipo de preparaciones, médiums, y formas de refinar y espesar aceite, ofrece una perspectiva única en su capitulo dedicado al color. Esta perspectiva es sobre como los viejos maestros se valían de pigmentos tradicionales (principalmente las tierras),y lograban representar el mundo natural siguiendo cierta lógica al emplearlos. Es realmente impresionante lo que podían lograr con paletas limitadísimas.  

        El segundo referente es un famoso y conocido pintor norteamericano; Richard Schmid. Schmid debe ser el pintor tradicionalista que pinta "Alla Prima", más famoso de los Estados Unidos. De hecho era apodado "el John Singer Sargent del siglo XXI".  Lamentablemente falleció en 2021, pero dejó grandes discípulos como Daniel James Keys (muy probablemente el mejor pintor de flores del mundo), y un libro que todo pintor debería leer alguna vez; "Alla Prima; Everything I Know about Painting". Este libro, sobre todo su sección dedicada al color, es sumamente interesante por dos razones: primero, recoge toda la tradición de los impresionistas, que al disponer de pigmentos nuevos, y una nueva perspectiva sobre la pintura, revolucionaron la forma en que se manejaba el color. Y la segunda, es que emplea materiales que se consiguen fácilmente en cualquier tienda de arte (aquí no encontrarás pigmentos exóticos, ni recetas de médiums difíciles de fabricar), de hecho pinta con los típicos óleos Winsor & Newton.   

    Bueno, con esta introducción espero que se motiven a leer las entradas referentes al valor cromático. Vamos recién comenzando el segundo de los 12 valores de la pintura, aún queda mucho por escribir en el blog...

Un saludo afectuoso...

Diego Villegas Riffo

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